Los ratones (Mus musculus, Mus domesticus) miden de 6,5 a 9 cm de largo sin cola, que suele medir entre 7 y 10 cm. Su peso es de aproximadamente 30 gramos. Los excrementos miden entre 3 y 6 cm.

Se trata de un roedor con sentidos muy desarrollados, sobretodo el tacto y los bigotes. Cuentan con un olfato muy agudo, que desempeña una inportante función sensorial en esta especie, algo que comparten con las ratas. También especialmente desarrollado es su oído, fundamental en la detección de posibles peligros.

La vista es la excepción, ya que sólo son capaces de distinguir formas y movimientos. No tienen capacidad de distinguir los colores.

El ciclo biológico de las ratas y ratones se caracteriza por criar durante todo el año, pero principalmente en primavera y otoño. Los ratones tienen a sus primeras crías a los 2 meses. También tienen 6 camadas a los largo de su vida y el número de crías oscila entre 4 y 16, con una media de 6.

Sus hábitos son nocturnos en todas las especies y su alimentación es omnívora aunque sienten una preferencia por los cereales. El daño producido a los alimentos almacenados es muy superior al volumen del que se han alimentado. Viven en sociedad.

A nivel sanitario, estas especies están directamente relacionadas con enfermedades como: Peste bubónica, peste septicémica, transmitida por las pulgas; Tifus murino o endémico; Enfermedad de Weil; Fiebre de Hardirhill, Rickettsisosis vesiculosa, Triquinosis o Salmonelosis.

El control pasa por una inspección para identificar las especies implicadas y diseñar el control adecuado a las instalaciones de que se trate, por ejemplo mediante el uso de cebaderos de seguridad.